1. Los ataques que conmocionaron al mundo:

El 22 de julio de 2011, Noruega fue punto de atención a nivel mundial por dos ataques terroristas: en el primero, ocurrido en Oslo, se utilizó un coche bomba que explotó cerca del edificio gubernamental en que se localiza la oficina de Jens Stoltenberg, primer ministro de ese país; el segundo fue un tiroteo a sangre fría, perpetrado contra un campamento juvenil de 700 personas afines del Partido Laborista en la Isla de Utoya, y justo dos horas después de la explosión en Oslo.

El saldo total de ambos ataques fue de 76 muertos; la mayoría de las víctimas oscilaban entre los 14 y 19 años de edad.

2. Primeras hipótesis. Del terrorismo islámico a Anders Behring Breivik:

Calificada por el propio Stoltenberg como “la peor catástrofe en Noruega desde la Segunda Guerra Mundial”, el diario The New York Times atribuyó inicialmente el ataque a “Ansar al-Jihad al- Alami”, grupo islámico de tipo “yihadista” que originalmente se había atribuido la autoría del crimen. Las sospechas se fundamentaron en el hecho de que Noruega había señalado como posible blanco del terrorismo por el líder de Al-Qaeda, Ayman al- Zawahri.

Sin embargo, el grupo se deslindó del doble atentado y las autoridades noruegas detuvieron a Anders Behring Breivik, autor intelectual de la tragedia, quien a través del “Manifiesto 2083. Una Declaración de Independencia Europea” detalló la preparación de la masacre y dio aviso de su acto horas antes en un correo electrónico.

3. Breivik: el cristiano ultraderechista:

Disfrazado como policía, el joven alto, rubio y de ojos azules fue detenido poco tiempo después de perpetrarse los ataques.

Con apariencia de un hombre cortés (calificativo dado por sus propios vecinos), Breivik tiene inclinación política de ultraderecha. En Facebook ha reafirmado su postura cristiana y conservadora, además de manifestar el 17 de julio (una semana antes de los atentados) en Twitter una reflexión tergiversada del filósofo John Stuart Miller: “Una persona con una creencia iguala la fuerza de 100 mil que solo tienen intereses”.

La inclinación por la ultraderecha de este hombre de 32 años proviene de su juventud, cuando militó en el radical Partido del Progreso Noruego. De ahí viene su rechazo por el islamismo, el marxismo y el mestizaje cultural, al denominarlos como una “amenaza” para Europa. Inclusive, reafirmó su rechazo al socialismo noruego al odiar a Jans Stoltenberg.

El diario El País revela en un perfil de Breivik que era un empresario con estudios en comercio, afición por la caza y que creció en la parte occidental de la ciudad Oslo, una de las zonas más ricas de la capital.

4. El auge del Partido Laborista en Noruega:

Fundado en 1887, el Partido Laborista es el mayor impulsor de la política noruega a partir de 1927. Desde entonces es la representación partidista más popular del país. De tendencia socialdemócrata, en las últimas elecciones para primer ministro que se registraron en Noruega, en 2005, los ciudadanos lo eligieron como líder indiscutible, tras obtener el 32.7% de la votación, cuya representación recae en precisamente el ministro Jens Stoltenberg.

5. El Partido del Progreso, segunda fuerza política noruega:

De ideología de derecha populista, el Partido del Progreso es una de las fuerzas políticas más importantes de Noruega. Con posturas extremistas, nacionalistas y xenofóbicas, actualmente es el segundo partido con mayor presencia en la legislación, al obtener en las elecciones intermedias de 2009 el 23% de los votos ciudadanos.

6. La xenofobia, ingrediente de la extrema derecha:

El odio hacia la inmigración europea es palpable con la representación de partidos de ultraderecha xenófoba, la cual crece en el viejo continente particularmente desde hace 15 años a partir de la inmigración de Yugoslavia y Somalia.

A través de un recuento de países exponentes de la vertiente, el periódico El Mundo mencionó como un foco rojo a Finlandia, con el ascenso del grupo “Los Verdaderos Finlandeses” en la legislación, además de Dinamarca, que desde 2001 tiene un gobierno minoritario liberal-conservador, en alianza con el Partido del Pueblo Danés.

7. La “sombra” de previos atentados en Europa:

A raíz de los ataques en Noruega, de los peores que ha sufrido Europa en 50 años, los analistas observan una creciente oleada de xenofobia e intolerencia en los últimos seis años, que bien puede resumirse en los siguientes atentados:

• 11 de marzo de 2004, España. La explosión de 10 bombas en cuatro trenes en Madrid y oras localidades en la mañana provocó 191 muertos y dos mil heridos.
• 7 de julio de 2005, Inglaterra. La ejecución de cuatro atentados, en forma sincronizada –en horas pico de tres líneas del metro y de autobús– dejó 56 muertos y 700 heridos.
• 7 de marzo de 2009, Irlanda. Con un ataque dirigido hacia un cuartel militar en Massereene, Antrim, en Irlanda del Norte, asesinan a dos soldados, hecho sin precedentes en el país en más de una década.

8. Líderes xenófobos en Europa:

Finlandia y Dinamarca son los principales exponentes europeos del ultraderechismo, con alto resentimiento hacia la presencia extranjera. Sus máximos representantes son Timo Soini con “Los Verdaderos Finlandeses” y Pia Kjaersgaard del Partido del Pueblo Danés, el sitio 20minutos.es destaca también a “Los Demócratas de Suecia”, la cual regresó al Parlamento en septiembre de 2010, después de 20 años de mantenerse detrás del Partido Socialdemócrata Nacional.

La presencia de posturas xenofóbicas es latente en países europeos como Noruega, con la lideresa del Partido del Progreso, Siv Jensen; Italia, por medio de Umberto Bossi, líder de la antieuropeísta Liga Norte; Francia, con la ahora candidata presidencial de 2012 por el Frente Nacional, Marine Le Pen; Holanda, con el Partido de la Libertad, cuya figura principal es Geer Wilder; Alemania, con el Partido Nacionaldemócrata y su líder Udo Voigt; Hungría, con el liderato del partido Jobbik, que encabeza Gabor Vona, y España, con “España 2000”, comandado por José Luis Roberto.

9. Medidas anti-xenofóbicas:

Johan Galtung, sociólogo noruego, habló el 26 de julio sobre la masacre en su país natal. Entrevistado por El País, considera esencial confrontar y comprender las ideas móviles de Anders Behring Breivik por medio del diálogo, la tolerancia al multiculturalismo, el respeto y el acercamiento mutuo tanto del Islam como el cristianismo.

10. Democracias europeas, en grave riesgo:

Al comparar la postura de la socialdemocracia con la hitleriana, con la diferencia de que ahora son los musulmanes las víctimas de la intolerancia frente al multiculturalismo, Galtung destaca que las ideas de Breivik están muy vivas en toda Europa y, en el caso de Noruega, atribuye parte de la responsabilidad al hecho de que la policía local no haya vislumbrado la posibilidad de una amenaza terrorista en el país.

A su vez, reacciones por parte de periódicos europeos como ABC, Público, El País, El Mundo y La Razón coinciden en dos puntos importantes que reflejarían un posible tambaleo de la democracia en el viejo continente: la creencia de que el terrorismo se origina únicamente del lado islámico y que este nuevo impulso de partidos extremistas puede acarrear cada vez más violencia.